Entre
bastidores

“Soy Iván me encantaría empezar con la bonita historia de que ya iba con mi abuelo y con mi padre a la finca y disfrutaba aprendiendo acerca del vino, acerca de los olivos o acerca de la agricultura, que me fui a estudiar mucho fuera y que volví para darle un salto de calidad a la empresa familiar.
Pero la verdadera historia es muy muy diferente, casi lo contrario. Me llevó mucho tiempo hasta llegar aquí. Cuando era un niño solo iba a la finca con mi padre, el gran pardao, a la fuerza y castigado por haber sido un “buen chico”, mi padre amaba la finca y disfrutaba cada momento trabajando en ella, con lo cual intentaba enseñarme todo lo que podía pero yo gastaba mis días andando o enfadado en una esquina porque no podía jugar fútbol con mis amigos en la calle en la ciudad.
Cuando tenía 19 años mi padre falleció. Los años pasaron y cuando tenía 30 años y había una grandísimas crisis económica en España y un futuro incierto para mí no sé cómo ni de qué manera llegué a la conclusión de que yo quería y que iba a coger el control de la finca. Tenía mi sueño de cómo la finca seria pero todavía no estoy seguro si fue una gran decisión principalmente porque cuando yo empecé no sabía mucho acerca de agricultura y fue lo mismo con los olivos y con las uvas… Con el tiempo el negocio no creció como yo pensaba que iba a hacerlo pero el conocimiento que necesitaba para ser un agricultor sí lo hizo como también creció mi amor por el lugar y día a día sigue creciendo, me encanta pasar el tiempo en la finca con Asia alrededor trabajaren en el campo ver los vegetales crecer e intentar nuevas cosas.”